San Salvador, 01 de noviembre de 2019.
Entre las prohibiciones éticas para los empleados públicos, en el artículo 6 de la Ley de Ética Gubernamental (LEG), destaca la letra a) “Solicitar o aceptar, directamente o por interpósita persona, cualquier bien o servicio de valor económico o beneficio adicional a los que percibe por el desempeño de sus labores, por hacer, apresurar, retardar o dejar de hacer tareas o trámites relativos a sus funciones.”
¿Pero qué se entiende por beneficio adicional a los que percibe por el desempeño de sus labores? Esta claro que una caja de bombones o un ramo de flores que regala un usuario a un empleado público en agradecimiento por su buen hacer profesional entraría en este supuesto, al igual que un obsequio como una canasta de navidad, una tablet, una gif card, un dispositivo portátil, entre otros.
Como dice un refrán anglosajón “el diablo está en los detalles”, la LEG prohíbe aceptar, recibir o solicitar, de manera directa o a través de terceros, ningún regalo, dádiva, beneficio o favor, de cualquier naturaleza. Sin embargo, están exceptuados de esta prohibición, según el artículo 9 de la LEG, a) Los reconocimientos otorgados por gobiernos extranjeros en las condiciones reguladas por la ley. b) Reconocimientos, premios o distinciones en razón de trabajos culturales, académicos, científicos o actos de heroísmo, eficiencia o solidaridad humana otorgados por entidades gubernamentales y no gubernamentales, nacionales o internacionales. c) Los gastos de viajes y estadías por parte de otros gobiernos, instituciones académicas, entidades internacionales o sin fines de lucro, para dictar o asistir a conferencias, cursos o eventos de naturaleza académico-cultural, así como para participar en giras de observación. d) Los obsequios de cortesía diplomática o consular. e) Los obsequios promocionales, y descuentos comerciales razonables de carácter general recibidos por cualquier persona sujeta a esta Ley a título personal o a nivel institucional, siempre que los mismos no estén condicionados o tiendan a influir en las tareas propias del cargo o empleo.